Una buena idea que se terminó yendo al carajo por avaricia y egoísmo y vanidad.
¿Cómo?
El concepto de redes sociales, data de mucho antes que Facebook o las otras redes que conocemos ahora. Si tomamos en cuenta que su objetivo es mantener comunicación con amigos y familiares a distancia por medio de una computadora, podemos, si acaso, decir que las redes sociales dieron inicio con el internet, ganando tracción con los Bulletin Board Systems (BBS) y el Internet Relay Chat (IRC).
Sitios como LatinChat y ba-k.com fueron lugares que, al menos personas más de mi edad, utilizamos alguna vez para encontrar y hacer amigos con intereses en común.
De ahí, pasamos a la mensajería instantánea, como ICQ, y MSN Messenger y cantidad de apps que nos permitían tener una lista de amigos y contactarlos al ver que estaban en línea. Para muchos de nosotros, el escuchar el familiar “oh-oh” del ICQ en un inicio era maravilloso.
Por página
Después entraron las páginas dedicadas. hi5, Facebook, MySpace y MetroFlog, fueron la primera vez que podíamos subir nuestras experiencias y fotos (videos no, eso era prohibitivo en esa época), para que todo el mundo lo viera… cuando el mundo todavía era “bueno”.
¿Cuántas veces no subimos fotos personales a esos sitios y ahora estamos arrepentidos? Tengo un cuate que una vez hizo algo bien harto “risqué” y lo subió a su página. Hecho, tenía todo para hacerlo, pero seguramente ahorita no lo volvería a hacer.
El internet dejó de olvidar hace mucho, y ahorita, cualquier cosa que subimos, se queda ahí, permanentemente, aunque nos quieran vender la idea de que sí se puede borrar.
Aun así, estas páginas nos ayudaron a crear, recrear y mantener conexiones que habíamos perdido o no creíamos que podíamos tener.

Un ejemplo es cómo aún tengo entre mis contactos a mi antigua maestra de japonés de cuando vivía en San Luis. No nos hablamos, pero siempre nos deseamos un feliz cumpleaños y esas cosas que hacen que un contacto se mantenga.
También está el otro lado de la moneda: ¿Cuántos contactos tenemos en redes sociales a los cuales jamás les hacemos caso?
Sin embargo, estas páginas son una mina de oro de datos para los dueños, y eso nos lleva, después, a las copias que salieron y que por alguna razón murieron sin gloria. Google Wave y Google+, iTunes Ping, y Vine entre otras.
Smog
Mi problema con todas ellas, vino cuando los dueños se dieron cuenta de cuánta lana podían sacar con todos esos datos que nosotros, como buenos bobos, poníamos en ellas.
Estas redes se comenzaron a contaminar, poco a poco, con “sugerencias” que, al menos en mi caso, no tenían nada que ver conmigo, pero esto es probablemente a la cantidad de candados y metidas de pata que hago para evitarlo.
Ahora, estas redes son peores que la sección de clasificados de antaño. Por poner solo un ejemplo, tengo que ver de dos a tres anuncios entre posts de gente que sigo en Instagram. Entre ellos algún video falso de videojuego que obviamente no existe, o más nuevo, alguna pendejada hecha en AI.
FOMO
Todo esto sin tomar en cuenta lo tóxicas que son, y, gracias al Fear of Missing Out (FOMO), la extraña “necesidad” que tenemos de estar en ellas.
Conozco a una persona que una vez se quedó sin internet en su casa y me marcó para ver si le podía ayudar. Fui y, después de darme cuenta de que la razón era que no habían pagado, le dije que no había nada que hacer. La respuesta fue una sincera y muy triste: “¿Y qué voy a hacer sin saber qué están haciendo mis amigas?”
“Vivir” hubiera sido una buena respuesta, pero aún era buena persona y me interesaban los sentimientos de los conocidos. Hoy sí le diría eso. Aunque ahora la gente se vuelve loca cuando se quedan sin WhatsApp por un rato, porque no se pueden comunicar… aunque tienen un pinche celular en la mano que está creado específicamente para comunicar a las personas.

Las redes sociales son buenísimas para ver cuando nuestros cuates, amigos, familiares, conocidos, hacen cosas de las que nos hubiera gustado formar parte, pero nos “abren”.
Abrir: término que aprendí en Morelia cuando se hace un plan y eres ignorado por tus amigos. “Se fueron al cine y te abrieron.” “Me abrieron y se fueron al bar sin mi.”
Y eso nos tiene atrapados porque nos hace sentir mal cuando no nos incluyen, nos deprime, y muchas veces, nos hace competir contra ellos, para demostrar que “no los necesitamos”. Pero, por Philotes, hay algo que se nos olvida: Cada cabeza es un mundo, y no siempre seremos parte de él. Además, no son nuestros padres o nuestros guardianes para que nos lleven a todos lados.
Cuando aprendemos que no siempre vamos a estar en todos lados, porque no en todos lados somos necesarios o requeridos, empezamos a vivir nuestra propia vida y no la de los demás.
Cierre
¿Por qué me cagan las redes sociales? Se me hacen inútiles como persona. Para los negocios son muy buenas, pero personalmente, ¡meh!
Prefiero, si necesito, hablar por teléfono o mandar mensaje o visitar a la persona con que quiero hablar, a estarme enterando de la vida de los demás en línea. No es malo, pero a mí me tiene muy sin cuidado.
Aunque trato de contestar mensajes lo más pronto que puedo, no lo hago mientras manejo. Mi seguridad es más importante. (Hay excepciones, y me orillo y paro el coche para hacerlo). Si urge, me llaman, y si no quieren llamar, no es tan urgente.
Además, como dije, ya están llenas de anuncios y cosas falsas. Pinterest, por ejemplo, era muy divertida cuando inicié, y tenía un montón de boards organizados y todo bien bonito. Ahora el 90 % de las cosas son imágenes creadas con AI. Cero creatividad y cero qué ver ahí ahora.
Las tengo para los handlers, y porque, obvio, ahí publico cuando hay posts nuevos. Pero ya no me gusta publicar nada en ellas.
Sin embargo, hay una pequeña revolución en curso. Después de que le dieron en la madre a Twitter, comenzaron a salir nuevas redes con más sentido común, como Mastodon y Blue Sky. Solo el tiempo nos dirá si terminan en el mismo basurero, o sobreviven como una alternativa más.
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