Vista panorámica de la ciudad de Morelia desde una de las torres de la catedral.

Morelia

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La ciudad de la cantera rosa (en el centro histórico), con una de las iglesias más bonitas que he conocido, y repleta de rincones para pasear, esconderse, tomar foto, o simplemente, perderse.

Fundada en 1541 en el valle de Guayangareo por el Virrey Antonio de Mendoza como la capital del estado, es en la actualidad un centro turístico importante, cuyo centro está protegido por la Unesco.

  • Todas las fotos son tomadas por mí.

De adentro pá fuera

El centro histórico es una verdadera belleza, que, tengo que admitir, se conoce mejor a pie o bici que en coche. La enorme catedral es la joya de la corona, y es muy interesante visitarla, en especial si tenemos la suerte de asistir a un concierto de algo (a mí me tocaron los Niños Cantores de Morelia), pero en especial, durante el Festival Internacional de Órgano de Morelia.

A los lados, dos plazas, una que es una explanada, donde se alza la bandera en los eventos que se requiere (también he ido, y es bonito) y el otro, un jardín con zócalo y muchas bancas para sentarse a intentar disfrutar del wifi gratis.

Fuera de ese primer cuadro, la ciudad está tapizada de iglesias, jardines y plazas. Edificios señoriales, como el Palacio de Gobierno, el cual tiene unos murales que vale la pena visitar, y, como recomendación, si vienen de visita, métanse a todos los edificios que encuentren si pueden.

Cerca está la plaza de San Francisco, en donde pueden encontrar al fondo la Casa de las Artesanías, en donde antes era el convento del mismo nombre. O pueden caminar un poco al norte y quedarse a chelear en el Jardín de las Rosas, en donde seguramente les tocará algo de música o así.

Más para el sur, pueden ir de noche a garnachear cerca de San Agustín, o visitar su plaza en las mañanas a comprar cositas y cosotas: anillos, colguijes, recuerditos y harta cosa que se vende ahí.

Ya si se van para el oeste, pueden llegar al Monumento a Lázaro Cárdenas, cerca del cementerio que está cuco, o hacia el este, en donde encontraran el famoso acueducto (el cual yo veo demasiado nuevo como para la edad que dicen que tiene) y la calzada san diego, que termina en el Templo de Guadalupe.

Esa calzada es de los lugares más fotogénicos de la ciudad, y está cerca del Callejón del Romance, el cual es otro sitio fotogénico, y tiene un montón de changarritos de comida y demás cerca, además de estar justo donde se encuentra el Jardín de Villalongín, con su preciosa escultura de Flora.

Si lo que quieren es comer, hay demasiados lugares como para mencionar de memoria, y además, hay de todo: Comida michoacana, mexicana, internacional y etc.

La parte no turística per se

Fuera del centro se encuentra diversas colonias, plazas, tiendas y demás ubicaciones, que aunque no son tan bonitos como el centro, sí vale la pena visitar. En ningún orden en particular:

El cementerio, ya antes mencionado. Buen lugar para ver tumbas históricas, aunque creo que ya no dejan tomar fotos. Ventura Puente, una de las arterias de la ciudad, donde pueden encontrar de todo. El Boulevard García de León, recién arreglado, donde también, hay de todo.

O Camelinas, la avenida que no existe (se llama Periférico Paseo de la República) pero hasta yo ya le digo por el nombre con el que todo el mundo la conoce, y donde, también, hay de todo, y le da la vuelta a la ciudad.

El Zoológico Benito Juárez, el cual es un agradable lugar para ir a pasear si no lo conocen. Solo he ido un par de veces, pero creo que no han pasado tantas cosas como para regresar por un buen tiempo.

El Bosque Cuauhtémoc, justo a la orilla del Centro Histórico, donde pueden disfrutar de la sombra, y que se encuentra rodeado de edificios de gobierno, el estanque de los patos, o el MACAZ, Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce, el cual vale totalmente su visita, tanto por la obra expuesta en él, como por el edificio.

Ya más a las orillas, están las plazas: Espacio las Américas, Escala Morelia, Fiesta Camelinas, o La Huerta (esto es como que una plaza que quería ser plaza, pero no pudo). Espacio y Escala están en un romántico proceso de encontrarse y convertirse en una plazotota.

Morelia sí, pero no.

Más allá, hacia el este, encuentran Ciudad Tres Marías. Casas y empresas. No puedo decir mucho, porque no hay nada que yo tenga que hacer ahí, y cuando voy, es como el Oxxo… voy, hago lo que tenga que hacer, y me salgo.

Al sur se encuentra Altozano, antes llamada “La Nueva Morelia”, pero luego se dejó de utilizar ese nombre, cuentan los rumores que hubo algo legal por ahí, SIN EMBARGO, NO ME CONSTA.

Hay una plaza abierta, a la que le ha costado agarrar tiendas y clientes, no obstante, ahí va. Hay de todo, aun así, aún le falta un “algo”. Sin embargo, tiene una vista muy bonita de toda la ciudad, si el clima se los permite.

Morelia al final

Esta ciudad es muy calmada aún, aunque se nota que ha estado creciendo. Yo he visto como ciertas áreas, en especial donde vivo, se han estado convirtiendo de zonas lejanas y solitarias, a una parte más de la ciudad.

Claro, como toda ciudad tiene sus problemas, y solo puedo hablar de los que a mí me tocan, especialmente la parte en que los morelianos no tienen idea de cómo manejar, al menos la mayoría. Y con todo y que acaban de sacar una nueva ley de vialidad, creo que nadie la conoce.

Como en todos lados, hay baches, y como en todos lados, se tardan mil en arreglarlos, y estos son creados por una de las cosas que más caos causa cuando sucede: la lluvia.

Caen un par de gotas de agua y todo el mundo baja la velocidad inexplicablemente. Se hace tráfico, la gente se sigue metiendo entre carriles sin importarles nada, el transporte público hace lo mismo, y al final, todo el mundo maneja como se le da la gana, y mal.

Conclusión

En fin, el objetivo de esto no es hablar mal de la ciudad que me adoptó hace 20 años, poco más o poco menos. Es una preciosa ciudad, la gente es amable, y al menos, te contesta los buenos días, casi siempre en la calle. Es totalmente caminable, en especial el centro.

La comida es maravillosa, aunque sé que no a todos les gustan las corundas o los uchepos, pero una buena Sopa Tarasca, un aporreadillo, o unos buenos tacos del Ooapas en la madrugada, son maravillosos.

Solo he hablado de las áreas en que suelo moverme, no puedo decir mucho del norte de la ciudad, ni tampoco del oeste extremo, con todo y que he viajado muchas veces a Pátzcuaro.

Morelia, Ciudad del Ate, de la Cantera Rosa, y de excelente comida y lugares para turistear realmente es un lugar que vale la pena visitar, y vivir. 

¡Y se llaman bugambilias, no camelinas!

Author

Diseñador Gráfico, Administrador, Profesor, Fotógrafo, Gamer… De todo un poco… y sí…

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