Stable DIffusion - Una persona observando dulces en una tienda

Cuando quiero “esto” de comer.

General

Muchas veces, por alguna razón u otra, nos llega un antojo bien específico de comer. Muchas veces es fácil, o posible, ignorarlo, pero hay veces que uno no puede descansar mentalmente hasta que no lo ha conseguido.

Quiero…

En estas fechas de calores terribles, realmente es de flojera andar pensando que comer, si involucra salir de la oficina. Muchas veces prefiero quedarme encerrado y tratar de no salir, o si acaso, ir a la esquina por munchies o gusguerías para aplacar a la ardilla, como decimos coloquialmente.

Pero hay veces que eso no es tan posible, y simplemente vamos a mover cielo, mar y tierra, para conseguirlo.

Antojos

Mi madre, de vez en cuando, tenía antojo de un ‘Gansito’. A mí me ha pasado. Pero lo interesante no es el ‘puedo comer algo similar, chocolate con fresa y crema’. No. Es un ‘Gansito’ y hay que ir a la tienda a por uno a como dé lugar.
Similar a la Coca-Cola, que cuando uno tiene antojo de una, no hay modo en el que algo la sustituya… afortunadamente pasa cada nunca.

Cerca de la oficina hay un local de tortas, muy buenas, accesibles, y llenadoras, además de hot-dogs, papas a la francesa y demás. Además, es el único lugar cerca donde me pueden hacer una torta exactamente como la quiero, cosa que siempre ha sorprendido a las cocineras.

Una Torta de Aguacate

No sé por qué, pero esto siempre ha levantado dudas, sospechas o no sé qué. Pero siempre tengo que especificar lo mismo, un par o tres veces.

Bolillo, aguacate, sal.

Siempre me ofrecen algo más: mayonesa, mostaza, cebolla… pero no, es simple: Bolillo, aguacate, sal.

Ya he comido ahí varias veces, siempre me atiende la misma señora, muy amable, creo que es la dueña; sin embargo, siempre me pregunta si estoy seguro. Contesto afirmativamente, aun así, como que se me queda viendo a ver si le hago algún cambio a la orden… sin embargo, el cambio nunca llega. Es raro, no obstante, a veces quiero una maldita torta de aguacate.

Papas

¡Ay, las papas! Creo que esto es algo que me pegó mi hermana, no sé por qué siempre he pensado eso… aun así, las papas, no de bolsa o botoneras, papas más formales, siempre han sido mi máximo.

Personalmente, las papas de Burger King son mejores que las de McDonald’s, pero tengo, en Morelia, ubicados ya un par de negocios donde hacen papas muy buenas, y a veces, es lo que como.

Papas a la francesa o en gajo son buenas, y mejor si están bien sazonadas… pero una buena papa al horno, un puré de papa bien hecho, un guisado con papas… es lo mejor. (Probablemente, deje cosas del guisado, pero de que me como las papas, me las como).

La ventaja es que papas en distintos formatos en casi todos lados hay.

(Dedos de) Queso

Esta es otra de mis debilidades: el queso. Si en algún lugar venden quesadillas, siempre voy a pedir una sencilla (o natural, depende del lugar) aunque se me queden viendo feo.

Pero si voy a un restaurante en donde halla dedos de queso, ya bailó Bertha. Tengo que pedirme mi orden, independientemente de todo lo que vaya a pedir. Lo malo, es que sé perfectamente el sitio donde venden unos dedos de queso muy buenos, junto con las mejores papas fritas de la ciudad.

Venga por las hamburguesas, pero no se coma ninguna, solo coma botana.

Un buen queso fundido con tortillas (de harina, qué pena, ya lo dije, las quesadillas para mí, van con tortilla de harina) en algún restaurante de carnes, siempre me llevará a la infancia en la que visitábamos ‘La Cabaña de Pecos’ en San Luis y era lo que siempre se pedía… y ya le tengo echado el ojo a uno con chistorra en un restaurante al que me da harta flojera ir.

El postre

Dioses… esto sí es algo peligroso. El ‘Gansito’ y esas trivialidades no son nada a cuando mi cerebro decide que quiere ‘Lechera Nestlé’.

Antes era más problemático: Busca una lata, ábrela, busca dónde ponerla toda, y ten cuidado que no se te caiga porque qué flojera limpiar todo. Ahora, puedes comprar el bote al que le puedes apachurrar y ya. Deliciosa, bajo demanda, y sin peligro de hacer un batidero.

Esa es la razón por la que procuro no pasar por ese pasillo, o paso haciéndome el que no veo, porque eso no dura ni una tarde.

Veredicto

El autocontrol (¿qué es eso?) es lo que nos ayuda a, muchas veces, no caer en eso, y, mientras no nos la pasemos comiendo nuestros antojitos, a veces es bueno darse uno o más gustos, como dicen, sin exagerar.

Hay veces que me da mi temporada de cítricos y me la paso comiendo naranjas y toronjas, así que no puedo decir que todos mis antojos son malos (la mayoría sí). Y hay más, pero no los recuerdo, o no puedo mencionarlos (aún).

Así que, es bueno, de vez en cuando, darse un antojito… no siempre, pero para consentirse… como mi torta de aguacate de hoy.

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Diseñador Gráfico, Administrador, Profesor, Fotógrafo, Gamer… De todo un poco… y sí…

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