Clases.

Desde que me vine a vivir a la ciudad de Morelia, he estado dando clases, de una manera u otra. Ya sea de temas que además me gustan, o simplemente porque es lo que había. Con respectivos espacios de tiempo sin hacerlo, pero cuando ya había pensado que no regresaría a eso, después de un tiempo, he regresado a dar clases en el Tec de Monterrey.

Dar clases, para mí, es algo muy satisfactorio. En especial de temas que me gusten. Y por mucho tiempo, casi todas mis clases han sido así: cuestiones que me gustan y de los cuales, como dicen por ahí, soy ‘experto’, aunque yo no lo considero así.

Mi primer grupo de clase, o más bien alumno (porque era verano) fue de inglés. El único problema con eso, es que el inglés yo lo he aprendido por uso, no porque sepa gramática ni nada de eso, así que fue un reto que hubo que lograr en un verano, con un alumno, cuyo nombre ya no recuerdo.

Después, clases de inglés en profesional, en donde me lleve algunos disgustos que no platicaré, pero cuando me dejaron de dar clases, realmente no me importó mucho. Dos años después, regresé, y fue donde mi tiempo en el Tec de Monterrey se alargó, hasta que por muchos años, se convirtió en mi modo de vida.

Clases de inglés, clases de creatividad, profesional y prepa. Posteriormente, fotografía y diseño gráfico. Dar clases en las dos áreas (PrepaTec y Profesional) es una cosa muy interesante por el cómo hay que tratar a los alumnos.

Los de prepa suelen llegar rebeldes, acostumbrados a hacer lo que hacían en la secundaria, sin importar lo que se les pide. Profesional suele ser más fácil (en los primeros semestres), en lo que se acostumbran al sistema.

Regresar este año a dar clases en segundo semestre, en Innovación y Creatividad, es un regreso, creo, a cómo empecé a dar clases, materias afines a lo que hago y además, con gente que apenas está por terminar de decidir su futuro.

Este semestre será bueno. (o trimestre o cuatrimestre… ya nunca duran seis meses.)