Esas pequeñas (o no) creaturas con las que a veces decidimos convivir, otras veces ellas deciden convivir con nosotros, y algunas veces, son simplemente accidentes de vida.
Esas pequeñas (o no) creaturas con las que a veces decidimos convivir, otras veces ellas deciden convivir con nosotros, y algunas veces, son simplemente accidentes de vida.
Todos tenemos de estos, de una u de otra manera, pero los tenemos
Eso que nos va a, o dicen que nos va a matar a todos, ya sea por nuestra culpa o no. ¿Por qué estamos tan interesados en esto?
La necesidad de encajar, o de querer “modernizar” las cosas, puede a veces estar justificada, pero no cuando el alma de eso que estamos cambiando queda destrozada por el cambio.
¿Por qué estamos tan fascinados con estos seres de ultratumba que nos visitan o nos molestan, ya sea para bien o para mal?
Buscar la salida más fácil y automatizada no nos va a llevar a ningún lado.
Sin haber jugado todos, como esta serie se convirtió en una de mis favoritas.
Los algoritmos que intentan, y muchas veces logran, controlar nuestra vida.
“Recordar es volver a vivir” decían hace mucho… No siempre es lo mismo con los videojuegos. ¿Qué es lo que nos lleva a volver a jugar un videojuego o no?
¿Por qué a veces estamos tan casados con una idea que no podemos admitir otra?