20 años de World of Warcraft (WOW) Parte II

Gaming, Música

World of Warcraft salió a la luz en noviembre de 2004. Uno de los más exitosos, si no es que el más exitoso MMORPG (videojuego de rol multijugador masivo en línea, para los puristas). Aquí les cuento mi experiencia, y comentarios respecto a estos 20 años (ya casi) de entretenimiento y frustraciones con este juego. Segunda parte.

Shadowlands

La culminación de querer hacer que nuestros personajes fueran cada vez más importantes, en Shadowlands viajamos, sí, de nuevo, a otro lugar (nota que no puse continente) en la tierra de los muertos.

Empezando por The Maw, la tierra donde Zovaal fungía como carcelero de todas las almas que no se merecían una postvida buena, y donde captura a todos nuestros amigos de juegos pasados hasta que logramos escapar a la nueva zona.

Oribos, ciudad en donde habitaba The Arbitrer, que era el compadre que decidía si te iba bien o mal, y en caso de que te fuera bien, a donde mandarte, porque los paraísos estaban en barata y había uno para cada quien.

Las otras cuatro zonas: Bastion, donde están los buenos que son tan buenos, que no ven falla alguna en su modo de pensar (tienen muchas). Maldraxus, donde los guerreros bien guerreros van a pasar su eternidad, peleando entre ellos. Revendreth, tierra de vampiros, y hogar del Daddy Sire Denathrius. Ardenweald, la tierra de la naturaleza y las plantas y lo bonito, hogar de la ñora que está tan enojada por un malentendido con su hermana, que hace que todo sea difícil.

Esta expansión nos llevó después a otros lados, cada uno más mafufo que el anterior, pero explorando los motivos y razones del malote de Zovaal. Punto malo: para poder seguir un cuento que ya nos llevó hasta pelear con los encargados de la muerte, Zovaal sale con la típica de “me malentendieron, yo solo quería evitar la cosa terrible, horrible, desastrosa que se viene, pero que no les voy a decir por qué si no no hay expansión”.

Como golpe al estómago, en esta expansión pudimos ver por fin el desenlace de la historia de Arthas Menethil, que fue bastante ¡meh!, y terminamos de ver la caída y redención de Sylvanas Windrunner.

Dragonflight

Nueva isla, nueva raza, nuevo, etc. Dragon Isles son una isla más en ese mapa que, cuando inició WOW, estaba más vacío que nada, y ahora parece carro del metro en hora pico.

Los escenarios son muy bonitos, y demás, pero, aquí fue donde me bajé del carro del World of Warcraft, cuando empezaron con líneas alternas del tiempo, y por fin lograron que me perdiera.

Lo mejor y más divertido que sacamos de esta expansión, fue el cambio de modalidad de vuelo por el Dragonriding, el cual nos permite volar más rápido que nunca, haciendo piruetas y otras cosas, no como el antiguo método de vuelo en el que básicamente era caminar, pero en el aire.

The War Within, Midnight, The Last Titan

Esta vez, se anunciaron tres expansiones que van a contar una sola historia, y espero que sea la que todos estamos esperando, porque si no si me van a terminar de perder (digo, ya que sigo meticheando en el Lore y todos los chismes de lo que pasa).

Ya me llegó la expansión, y es la primera vez que la llave no será utilizada (además de que venía superescondida en la caja). La caja está bien bonita, porque ahora es como libro de verdad, y no libro-caja. Además, la escultura del Gryphon Rider está muy chida, pero estará condenada a estar lejos, por aquello del gato.

Juego

Algo que tengo que hacer notar, es que realmente me CAGAN los juegos en los que hay que socializar con desconocidos. WOW es un juego que por mucho tiempo puedes jugar solo, pero llega un punto en el que necesitas amigos, o conocidos, o empezar a jugar con gente que no conoces.

Nunca he entendido ninguno de estos números

Esto lleva a algo muy tóxico en WOW: Los que se creen los hijos de Elune, y los que somos viles mortales. Por mucho tiempo no entendí cómo funcionaban las cosas, al negarme a jugar con gente desconocida, que luego no te aceptan en sus grupos porque eres de cierta clase, raza, o algo similar.

Empecé a jugar Raids hasta Battle for Azeroth, y por accidente. Los Dungeons estaban fuera de mi alcance, por lo que mencioné anteriormente, yo juego con Rangers y por alguna razón a nadie les caen bien, y entonces era muy difícil ser aceptado. Shadowlands inexplicablemente pude hacerlo todo, Raids y Dungeons, pero en Dragonflight jamás pude avanzar fuera de los Raids.

Otra cosa que es NE-FAS-TA es que condicionen cosas por día o por hora y demás. Sé que si no lo hacen hay algunas personas que se acaban el juego en dos días, pero cuando tenemos tiempo los que habitualmente no tenemos, ver truncado todo el avance porque no podemos hacer nada hasta dentro de un par de horas o días es terrible.

Además, es muy feo el ver casi todo el mundo abandonado, porque todos los demás están en la parte nueva o en las capitales, como Stormwind u Ogrimmar. No entiendo por qué, deciden que ahora la forma nueva de empezar es en Battle for Azeroth o posterior, en vez de arreglar que la historia fluya naturalmente desde cero, donde debería. Pero WOW es un monstruo y seguramente reprogramar todo sería una tarea titánica.

Personajes

World of Warcraft tiene una serie de personajes que nos han acompañado desde hace mucho tiempo. Unos son memorables, y unos no tanto. Unos son bien malos y otros son bien idiotas.

Como buen jugador Alliance, yo he pasado más tiempo con ellos, así que son de los que puedo hablar, aunque algunos, también son de la horda.

Jaina Proudmoore, la maga con problemas familiares (hasta battle for azeroth). Formidable con el uso de magia de hielo, para atacar y defender. Su mayor pesadilla fue cuando Garrosh lanzó una Mana Bomb (el equivalente a una bomba atómica) sobre Theramore, destruyendo el pueblo entero. Su mejor punto fue cuando utilizó el barco hundido de su padre para defender a sus amigos a las afueras de Lordaeron, para después dejarlo estacionado en algún lado y olvidarse de él.

Khadgar, el mago. Hombre que aparece de vez en cuando, cuando podría ser la solución a muchos de los problemas del juego. Si no está convertido en cuervo espiando por todos lados, está en Dalaran, o en Karazhan, o encabezando una expansión. Es básicamente el follow-up de Medivh, que era el guardián de Azeroth. Khadgar dio viejaso luchando, y aunque básicamente es un adolescente, tiene el cuerpo de un viejo, bastante bien para su edad.

Thrall, hijo de Durotan, fue el Horde Chief por mucho tiempo. Después se convirtió en Hippy, y abandonó todo para irse a jugar con los elementos. Cuando por fin regresó, se dio cuenta de cómo abandonar todo y dejar a Garrosh a cargo fue un terrible error, y no le tocó más que arreglar las cosas, y dejar las drogas por las armas nuevamente.

Música

En desorden por que los Dioses saben que la aplicación de Music nomás no es lo suficientemente inteligente

La música de esta serie (Warcraft) siempre ha sido memorable. Hay temas con los que hemos estado cargando de toda la vida, y aún siguen surgiendo de vez en cuando. Música específica para personajes y zonas. Antes las ediciones de colección venían con el Soundtrack, pero Dragonflight rompió con eso, y War Within tampoco viene con el soundtrack.

Aun así, como “Daughter of the Sea”, “Song of Elune”, y para los que jugaron en Battle for Azeroth como Alliance, cada vez que llegábamos a Boralus “Boralus Intro”, además de los temas de Arthas, Anduin, etc., los cuales de alguna manera, se nos quedan grabados en la cabeza.

Además, durante los “Pet Battles”, escuchar una versión más acelerada y divertida de la música de Warcraft II, las hacía más amenas. Solo hubo una pieza, que por mucho tiempo llegué a odiar. Ya no, pero estar demasiado tiempo en esa zona buscando miel para obtener una maldita montura de abeja logró que me hartara. La pieza en cuestión: “Stormsong Valley”

What sword?

No, really. What sword?

¿Cuál es mi futuro en WOW? Ya lo mencioné. Voy a seguir comprando las expansiones, pero probablemente no voy a jugarlas. Básicamente, lo más valioso de ellas es el libro de arte y el artilugio con el que vienen.

¿Recomiendo WOW? Realmente no lo sé. No es un juego para todos. Hay que lidiar con un montón de gente tóxica para avanzar en una historia que inició muy bien, se tropezó terriblemente a los 4 pasos, se golpeó la cabeza, y regresó, pero con un ligero cambio de personalidad.

Si recomiendo que busquen, compren, los soundtracks. La música es muy buena, y seguramente están casi todos en Apple Music o Spotify o el otro, si es que hay.

20 años…

Este juego me persiguió por 19 años, de los 20 que tiene, es muy importante en mi vida como videojugador, pero cuando le dan en la madre a la historia de esa manera, me pierden. Suerte a los que sigan jugando, y esperemos que, ya que regresaron a Don historias (Chris Metzen) a controlar, arreglar, revivir y continuar con la historia de Azeroth, aún tengo la esperanza de que, al final, me sorprendan lo suficiente.

Author

Diseñador Gráfico, Administrador, Profesor, Fotógrafo, Gamer… De todo un poco… y sí…

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