Ahora, cada cabeza es un mundo, y el juego que te gusta a ti me va a gustar a mí. Como ejemplo propio. Jamás me llamaron la atención los Call of Duty o juegos bobos de disparos sin historia, ni aunque fueran en línea. Pero… un amigo me insistió tanto que dije: “¡Eh!, ¿qué puede pasar?”
No Comments