A mi parecer, el fin del mundo no va a venir de alguna profecía mitológica, con grandes Dioses peleando entre ellos, o ángeles peleando contra demonios, o con explosiones naturales estratégicamente colocadas para generar selfies increíbles o causar el mayor efecto visual como en las películas.
Lo más probable, es que este desastre va a ser autogenerado. Por nosotros mismos, y va a suceder de una de estas dos maneras.
Nos vamos a terminar dando cuenta de que todo lo que habíamos estado haciendo como humanidad, nos llevó a un punto en el que la humanidad en general tiene la culpa de todo. Tecnología que se salga de control es lo más renombrado en este momento con tanta inteligencia artificial. Le estamos dando demasiado poder y quién sabe qué vaya a pasar.
O, por andar jugando con un químico aquí, un pedazo de ADN por allá, y un poco de electricidad y mala suerte, crearemos algo que, aunque haya iniciado con hartas buenas intenciones, terminará escapando y creando una pandemia, pero de las buenas.
Lo peor de todo, si esto es lo que sucede, es que nos vamos a sorprender. ¡Sacreblu!
Cuando alguien no lo haga por accidente, sino con toda la pinche intención de hacer desaparecer a la gran mayoría, si no es que a toda la humanidad. Ya sea liberar a la antes mencionada inteligencia artificial, o la creación del virus que terminará con todos o casi todos.
Otra opción es que alguna persona decida andar “trigger happy” y empiece algo que nunca van a poder detener. Este es el clásico final atómico, que acabará con mucho de lo que conocemos, y, de paso, estropeará al planeta por mucho tiempo para hacerlo inhabitable.
No Comments