Muchas veces, por alguna razón u otra, nos llega un antojo bien específico de comer. Muchas veces es fácil, o posible, ignorarlo, pero hay veces que uno no puede descansar mentalmente hasta que no lo ha conseguido.
Muchas veces, por alguna razón u otra, nos llega un antojo bien específico de comer. Muchas veces es fácil, o posible, ignorarlo, pero hay veces que uno no puede descansar mentalmente hasta que no lo ha conseguido.
Los juegos de rol, son, precisamente, en los que tomamos un rol que no es el propio, y jugamos con él, ya sea en mundos mágicos, de ciencia ficción, Lovecraftian, o Steampunk. O, de otra manera, los que jugamos en la vida real en ocasiones, ya sea con familiares, amigos, conocidos, o nuestra pareja sentimental.
Aunque me gusta mucho el diseño gráfico, y aun en día lo practico, debo decir que realmente no soy muy bueno que digamos en él. La parte que me gusta, es el análisis, la psicología, y todo el trasfondo del mismo, y como, al final, afecta o no a las personas que lo ven. Si tomamos en cuenta que además de todo sigo siendo Potosino muy en el fondo, soy muy bueno para criticarlo.
2015 fue el año en que un juego más de esta serie vio la luz del día.
Desde que este estuvo disponible (en preventa), lo compré, esperando el día en que estuviera disponible, (es algo que sucede cuando “pre compras” algún juego), aunque creo que este es el único que realmente esperaba. Recuerdo que ese día, en cuanto salí de la oficina, me lancé directamente a la casa, donde comencé a jugar.
Algo que a mí me critican mucho, son algunos de mis hobbies. Y esto me ha llevado, no a esconderlos, pero muchas veces no platicar de ellos con nadie, aunque… ¿De qué demonios se trata este blog?
Desde niño, algo que me gustaba hacer, era estar rondando en la cocina cuando hacían repostería: pasteles, galletas, etc., y de la misma manera, comencé a ayudar a quien fuera, a preparar las cosas, lamer las espátulas, el bowl donde se batían las cosas, y todas las ventajas de estar presente durante la manufactura de platillos.
Para los que me conocen, saben que por mucho tiempo, desde antes de salirme de la clásica religión monoteísta prevaleciente en México, o de cualquier otra de las monoteístas, y gracias a los comics, empecé a estudiar sobre mitología griega.
Muchas veces tenemos memorias y recuerdos en la cabeza de algo, lo que sea, y lo tenemos en un pedestal, o como algo mágico y maravilloso… hasta que lo volvemos a visitar.
Ravenloft, espacio de tinieblas, donde la niebla es eterna, y habitualmente es tu peor enemiga… donde la oscuridad tiene el poder absoluto, y nadie, ni siquiera los Dioses, pueden interferir en lo que sucede ahí.
En estos últimos días, me ha tocado ver un par de casos que no es posible mencionar aquí directamente, pero que, por alguna razón, insisten en hacer cosas simplemente porque se puede… sin darse cuenta realmente si es necesario, o si es simplemente un pretexto.