HiDream - Un Arqueólogo

Arqueología

La ciencia que nos ayuda a conocer la historia y cómo vivía la gente en esos tiempos.

Intriga

Creo que mi primer acercamiento con la arqueología, fue viendo las películas de Indiana Jones. Al menos a mí se me hacía fabuloso el asunto de andar por ruinas de donde fuera, escapando de trampas, y encontrando tesoros por todos lados.

Me hice muy fanático de esta serie. Luego surgieron los juegos en computadora, los cuales jugué bastantes, y, para los lectores, saben que interrumpí mi vida para jugar Indiana Jones and the Great Circle, porque no podía dejar pasar tiempo (además de que salió en Game Pass).

Pero la fantasía de andar por ruinas en junglas, o desiertos, o en algún lugar perdido del planeta se fue agotando conforme crecí, pero, aun así, por mucho tiempo, quise estudiar arqueología.

Uso de razón

Cuando ya estaba por decidir qué estudiar, por un buen rato, estaba 100 % decidido en estudiar para ser arqueólogo.

Estaba consciente de que sí, no iba a andar jugando a Indiana Jones por todos lados, y que las cosas eran totalmente distintas. Mucho trabajo de “oficina”, viajes contados a sitios arqueológicos, dilemas culturales y todas esas cosas que, hacen aún divertido, para mí, la arqueología.

Este conocimiento también me ayudó a separar la arqueología en tres cosas: La arqueología real, la fantástica, y la pseudo arqueología. Cada una tiene lo suyo, son entretenidas las tres, y simplemente, hay que saber diferenciarlas, porque por Cronos, hay personas que las mezclan como si fueran ingredientes de cocina, a ver que sucede.

La arqueología real

Esta es la que conlleva estudios, y una dedicación, a un área o un tema específico. No creo que halla arqueólogos que conozcan de igual manera a los griegos, celtas, aztecas, incas, e hindúes. Casi todos los que he visto, tienen una especialización.

En un inicio, a mí me interesaba la arqueología griega. Redescubrir antiguos templos (todavía en la época en que pensábamos que eran blancos como si los hubieran lavado con “él arranca grasa”). Andar en las Polis, y encontrando las tumbas que probablemente serían de algún rey o guerrero.

Conforme paso el tiempo, cambio un poco mi interés, y ahora me gusta más leer sobre arqueología del continente americano. En especial todas esas cosas que andan descubriendo sin querer queriendo en las selvas de centro América y que, al parecer, están repletas de templos y ciudades maya.

O, ya mínimo, poder averiguar qué hay en la tumba del Primer Emperador de China, Qin Shi, la cual ahorita podríamos decir que está un poco mezclada entre la realidad (sabemos dónde está) y la fantasía (no nos dejan entrar, y entonces echamos a volar la imaginación).

La arqueología fantástica

Aquí es donde empezamos a buscar esas cosas que sabemos que no son ciertas (aunque la historia humana tiene ciertas maneras de callarnos la boca de repente). La tumba de Qin Shi, se supone, tiene ríos de mercurio, trampas para evitar que roben, y sabe que tanta cosa más. Mientras no podamos entrar, nunca lo vamos a saber.

Pero también está el Dorado. ¿Cuánto español bobo no murió tratando de buscar esa mítica ciudad? Y ¿cuánto nativo americano no se rio mientras les contaban mentiras para alejarlos de sus tierras?

Xibalbá, el reino del Preste Juan en África, Aztlán en algún lugar de México, las minas del rey Salomón… hay infinidad de lugares que nos han contado por medio de historias, que, aunque probablemente tengan un toque de realidad, la mayoría es fantasía.

Eso fue lo que le pasó a Heinrich Schliemann, que se puso necio, y terminó encontrando la ciudad de Ilión (Troya para los que no han leído la Iliada).

A veces pienso lo divertido que sería la humanidad, si repentinamente, se descubriera algo que definitivamente cambiara la forma de ver la evolución humana, sin que pase como en las películas en las que el gobierno esconde todo por el “que dirán” y “vamos a perder el poder”.

Imagínense si mañana descubriéramos que, realmente, Stonehenge, está comunicado por algún túnel o algo 100 % comprobable con los demás sitios arqueológicos, y no nada más…

Pseudo Arqueología

Ah… trazos magnéticos por todo el planeta, UFO’s ayudando a construir las pirámides. Tecnología perdida, o que los gobiernos nos ocultan para mantener en funcionamiento las fábricas de ladrillo (me refiero a los muros inca), o él simplemente no tengo una buena explicación para algo, así que me la invento…

Pero muchas veces ni siquiera es un invento. Si la arqueología real no se pronuncia, y la pseudo sí, no creo que sea justo que critiquemos a esos arqueólogos nomás porque su teoría no nos conviene o no nos convence. Son teorías. Y si siempre que surgiera una teoría, inmediatamente la desecháramos sin siquiera probarla, probablemente todavía creeríamos en el sistema geocéntrico, y pensaríamos que las cosas se caen porque quieren mucho a la tierra (son los duendes…)

Que si sitios arqueológicos están conectados, entre ellos… ¿Por qué no? Al menos en el mismo territorio existe gran posibilidad. Ya de un lado al otro del mundo, probablemente es más coincidencia que intención. Muchas culturas se dieron cuenta hace mucho de los solsticios y los equinoccios. Casi todas manejan cosas similares con respecto a los mitos de estos cambios anuales, así que, chance y si había señal entre lo que ahora es Inglaterra, y Centroamérica, pero lo más seguro es que son seguimientos a los mismos sucesos.

¡Las pirámides! ¡Están en todos lados! Estas figuras son las malditas más estables figuras del mundo, es más fácil hacer esas cosas, ya sea con harto esclavo o con UFO’s, que andar haciendo las ridiculeces altas y flacas que estamos haciendo ahorita esperando al primer terremoto que las tire al piso.

Cierre

Algo que si me molesta de los arqueólogos, todos, es que, cosa que se encuentran, inmediatamente debe de tener un maldito significado religioso.

“Hallamos varias cucharas de madera en una tumba, seguramente es un ritual religioso…” Eso, o a la persona le encantaba comer. Pensar que en el pasado todo, pero todo, tenía que ver con religión, minimiza el ímpetu del ser humano de distraerse o crear cosas simplemente por diversión. A lo mejor, el compa del muerto decidió aventar las cucharas, ahí nomás porque se le dio la gana… o probablemente sin ellas no entra en el próximo mundo, y pues… ya no importa, ya sacamos al muerto, y en el proceso, le dimos en la madre a su descanso eterno.

En algún instante leí cómo el machismo en la profesión impedía pedir opiniones a las mujeres, y la mayoría de las veces, ellas estaban en lo correcto.

En fin, no voy a desacreditar a ninguna de las tres partes, al final, las tres se mezclan a veces, y se odian a veces. Unas se pinchan, otras no.

Aun así, me hubiera gustado estudiar arqueología. No voy a decir por qué no lo hice, porque la gente tiene sentimientos y últimamente no les gusta que les aviente la verdad. Me limito a leer y ver lo más posible en temas de mi interés. A veces los reales, porque es como metichear en el pasado, los fantásticos, porque son entretenidos, o los pseudo, porque entre tanta cosa loca, a veces, se esconde un poco de realidad.

Y no, la tierra no es plana, ni hay nada después del muro de hielo. Dejen de educarse en Facebook (mensaje teledirigido…)

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